La CHS establece nueve compromisos para asegurar que las organizaciones apoyen a las personas y comunidades afectadas por crisis y vulnerabilidad de manera que respete sus derechos y dignidad y promueva su papel primordial en la búsqueda de soluciones a las crisis que enfrentan.
La CHS es una norma medible y reconocida mundialmente. Promueve relaciones equitativas y colaborativas entre las personas y las comunidades y quienes trabajan para apoyarlas. Su objetivo es abordar los desequilibrios de poder. Es pertinente y aplicable para todos aquellos que trabajan individual o colectivamente para apoyar a las personas y comunidades. Se puede utilizar como marco para:

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• Permitir que las personas y las comunidades exijan rendición de cuentas a quienes las apoyan.

• Mejorar la calidad y la rendición de cuentas de las organizaciones y su trabajo.

• Evaluar y verificar el desempeño de las organizaciones y demostrar su trayectoria de aprendizaje hacia el cumplimiento con los compromisos de la CHS.

• Promover los esfuerzos colectivos para asegurar la calidad y la rendición de cuentas.

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Para cumplir con éxito los nueve compromisos y los requisitos que los acompañan, las organizaciones deben contar con el entorno propicio para respaldar la aplicación sistemática de la CHS.